domingo, 10 de enero de 2016

¿Qué cambiarías de mí?

No busques a quien te regale un 'no cambies nunca'. Busca a quien, gratuitamente, te haga ver qué cosas han de cambiar. Porque las mejores personas son las que llegan y te cambian a mejor. Y no es que esto conlleve un cambio de personalidad en ti por intentar agradarles. No. Es porque conlleva cambios en ti para agradarte más. 

Ya está bien de que nos digan que no tenemos que cambiar o que no tenemos que dejar de ser como somos. Basta ya. Nos engañan desde niños con este tipo de consejos, que más que consejos son formas de jodernos la magia de la vida. Porque no hay nada más bonito que alguien haciéndote ser como nunca pensaste que podías ser, para bien. No hay sensación más bella que la de sacar un aprendizaje de cada historia, por muy jodida que estés, por muy mal que lo hayas pasado. Las personas que más marcan tu vida son aquellas que, sin querer o queriendo, te hacen que duela. Y, sobre todo, te hacen sentir cosas de ti que no sabías ni que guardabas. Tanto buenas como malas. Las mejores personas son las que llegan, revolucionan, y se quedan. No sé. Quizás estés pensando que no respondo a tu pregunta. Quizás estés diciendo de mí barbaridades. Pero me gusta decir las cosas sin decirlas. Que seas tú quien las entienda, sin ponértelo fácil. 

Espera, quédate un poquito más. Quiero llegar a la típica conclusión de que nadie debe decirte cómo debes o no debes ser, pero desde mi forma de contarlo. Nadie tiene el poder de pedirte que no cambies. ¿Qué es esto? Te quitan el sentido de la vida de un puñetazo. Y todavía tienen los cojones de sonreír, como si te hiciesen bien. Y no.

Nadie tiene el derecho a establecer tu guion de vida. Ni tus reglas. Ni tu forma de querer. Nadie. Excepto tú. Contigo. El único derecho que puede tener otra persona sobre ti es la capacidad de hacerte ver cómo eres sin necesidad de decírtelo. Esa persona. La que llega y consigue que te encuentres un poquito más contigo misma. La que se queda y consigue que descubras en ti cosas que no te gustan. La que no se va ni cuando tú te has ido de ti misma. Esa persona.

En serio. Piénsalo un minuto. Confía en mí. Piensa en todas aquellas felicitaciones de cumpleaños que terminaban con un 'no cambies nunca'. Piensa en las personas que te lo decían. Ellas mismas han cambiado. Estoy segura de que el 99% ya no forman parte de tu vida. Han cambiado. Sí. Aunque les joda y se nieguen a aceptarlo. Las personas cambiamos sin darnos cuenta.

Yo no vengo a decirte qué cambiaría de ti. Porque si quisiese cambiar algo, cambiaría de amiga. Solo vengo a pedirte que cambies. No ahora. Quizás no es el momento. Pero cambia. Atrévete. Y cuidado, no lo hagas por nadie. Cambia solo por ti. Para gustarte más a ti. Para sentirte mejor contigo. Para ser feliz tú. Y para enseñarles a todos esos que te escribían aquella frase para quedar bien, que no les has hecho ni puto caso. Que has borrado el 'no' y el 'nunca' para quedarte con el 'cambia'. Y que ahora... ahora sí. Ahora eres mejor persona gracias a que un día te atreviste a cambiar.


Photo: Ana Martín

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